6 de marzo, fecha inolvidable para César y Cristian.  Desde ese momento comenzó el viaje.  Fue ese día cuando la rectora Ruth Estella los citó a conversar junto con sus padres para formalizarles que después de haber realizado un cuidadoso análisis, habían sido ellos los seleccionados para gozar del proyecto de Inmersión a Canadá.

El camino de preparación empezaba.  César y Cristian, con más ánimo que nunca, se propusieron a fortalecer el idioma inglés, asistieron sin falta a cada una de las reuniones convocadas en el Gimnasio Moderno donde se trataban temas importantes del viaje, realizaron todas las gestiones para organizar documentos, en fin… a hacer lo necesario para tener todo al día.

La fecha de viajar parecía lejana, pero no fue así.  Cuando menos se dieron cuenta, ya estaban alistando sus maletas, comprando los regalos para su “nueva familia”, despidiéndose de los compañeros, ultimando detalles.

Y llegó el día.  En el aeropuerto una mezcla maravillosa de risas, lágrimas, abrazos iban y venían, mensajes por correo, mensajes por WhatsApp, fotos en grupo, una que otra selfie.  Todo era alegría, felicidad, esperanza, ilusiones.

Gracias a toditos los corazones y manos generosas que se unieron para que, estando despiertos, César y Cristian puedan soñar.  Una vez más, ¡¡¡Gracias Gimnasio Moderno!!!