El pasado viernes, 26 de mayo, los estudiantes del grado primero tuvieron la fortuna de asistir al parque Simón Bolívar. La alegría y la emoción por cambiar un día su entorno cotidiano y encontrarse con la naturaleza, se desbordó en sonrisas efusivas en sus rostros en el momento de hacer la fila para subirnos al bus: “La sensación de ir acompañado de mis amigos y las ganas de conocer el lago y los juegos que hay en el parque, son las cosas que emocionan a mis compañeros” dice Sarita, una niña de primero B.

Luego de la espera, (que para los niños fue eterna), nos subimos al bus e iniciamos un viaje por la ciudad; algunos se quedaron dormidos y despertaron sorprendidos cuando de repente escucharon la voz del conductor quien nos avisó que habíamos llegado a nuestro destino.

Iniciamos la jornada con un refrigerio y luego nos adentramos en el parque en una caminata en la que pudimos ver la diferente vegetación, respirar algo de aire puro y compartir unos con otros, mientras el profesor nos explicaba acerca de los árboles, el suelo, el río seco y el lago.

Llegamos al parque, allí encontramos cuatro módulos gigantes en donde corrimos y nos divertimos con los compañeros en el sube y baja, el rodadero y muchas cosas más. Almorzamos una comida deliciosa que nos prepararon en nuestras casas, reposamos y jugamos con el profesor de música quien nos hizo reír mucho porque se caía constantemente en el pasto tratando de quitarnos el balón.

Nos alistamos para regresar un poco cansados, pero con el corazón feliz por vivir un día diferente en el que el compartir por medio del juego y la amistad, fue la mayor enseñanza.