El pasado viernes 27 de julio,  en uno de los patios del colegio, apareció (como diría Piolín, el de los dibujos animados) un lindo gatito. Era claro que  no se encontraba en las mejores condiciones de salud, razón por la cual nuestra  profesora de ciencias, Heidy Urrego lo tomó en sus brazos, le buscó algo de alimento e inmediatamente lo llevó  a la Fundación “La Huella Roja”   en donde le  proporcionarían los cuidados necesarios para,  de nuevo,  dedicarse a asomarse por las ventanas, ronronear, perseguir a sus “gatitas”  y  acomodarse tranquilamente en un espacio a descansar.
Pero aquí no termina la historia: este gatito tiene un hogar. La secretaria del colegio, Angélica García, lo recibirá en su casa para brindarle cariño, cuidados y seguramente un nombre que le buscará con sus hijas,  quienes están felices con el nuevo “integrante” que sólo espera recuperarse para  hacer parte de una familia. Ocupará el espacio de “Rayas” quien hace algunos meses se escapó por una ventana y dejó el vacío en casa.
Bonita historia, bonito gesto y,  como todo en el Sabio, con un toque  gimnasiano.

Aquí aparece Rayas