El pasado viernes 28 de julio, se realizó la caminata al parque Simón Bolívar, con setenta y siete estudiantes de grado segundo acompañados de cinco maestros.

Nuestro viaje comenzó hacia las 8:30 a.m. desplazándonos por la avenida 68 con un tráfico muy pesado; llegamos al parque aproximadamente a las 10:00 a.m.; desde que salimos del colegio, los niños pintaban en su rostro una sonrisa que contagiaba a todos a su alrededor.

A la llegada a nuestro destino, nos dispusimos a comer un delicioso refrigerio que nos suministró nuestro colegio. Después de esta pausa, iniciamos el recorrido por el parque donde empezamos a vislumbrar un mundo hermoso de colores; los árboles se combinaban en distintos matices de verde, el azul del cielo y las nubes formando figuras de animales, personas y un sinnúmero de cosas que nuestra imaginación puede crear.

También recolectamos hojas de diferentes figuras y tamaños, las cuales nos mostraban la gran diversidad de vegetación que poseemos en este gran pulmón de la ciudad de Bogotá.

A la mitad de nuestro recorrido, llegamos a un espacio de distracción y que muy pocas veces tenemos la oportunidad de disfrutar: la arenera del parque donde desfogamos una gran energía, nos llenamos el cuerpo de arena hasta ya no ver nuestras extremidades, también jugamos fútbol y ultímate.

Después de esta gran aventura en la arena, continuamos con el reconocimiento del entorno natural y seguimos con la recolección de muestras para nuestro trabajo en ciencias naturales.

Llegamos a la zona donde íbamos a almorzar, en donde también quedaba un gran parque con toboganes, pasamanos, sube y baja en forma de barcos.

Ya casi acercándonos al final de nuestro gran día, nos desplazamos al sitio donde nos encontraría el bus. Después de un gran día de sol, cansancio y diversión terminaba nuestra caminata sin novedad alguna, pero felices por lo vivido.