HABLEMOS DE MUJERES
No sé ustedes pero a mí el tema de lo femenino me interesa cada vez más. Considero que hay tanto para escuchar en esa voz por el simple hecho de perder la fe y esperanza en el discurso patriarcal, que nos ha traído a donde estamos. Si se trata de literatura el asunto se complejiza, o mejor se agudiza, puesto que, sabemos por Walter Benjamin, que el arte es una de las expresiones fundamentales para entender las sociedades. Es decir, y para terminar con esta digresión, la literatura hecha por mujeres no sólo nos acerca al mundo que por tantos años hemos tenido a nuestro lado, sin siquiera intentar visualizarlo, sino que nos revela un Cambio de Armas, como lo diría la bellísima escritora argentina Luisa Valenzuela, sin precedentes.
De este modo, fue todo un gusto y lo digo con toda seriedad, y no por falta de adjetivos, poder asistir aLas Líneas de su mano 5 en compañía de un grupo de estudiantes del Sabio de octavo a undécimo, unidos por el interés hacia la literatura. Con ellos reímos ante las ocurrencias de Mayra Santos; comprendimos la pureza poética con la respetadísima Claribel Alegría; nos sorprendimos con la rigurosidad discursiva de Luz Mary Giraldo, la representante colombiana; y entendimos que no hay límites literarios con Almudena Grandes, la favorita de nuestros gimnasianos.
Lo más probable es que muchos de los estudiantes asistentes no recuerden las palabras exactas de alguno de los textos, tal vez tampoco recuerden siquiera el nombre de la autora; se referirán a ella como «La de los ojos bonitos» o «La que no se parecía nada a la fotografía del programa» -pues dichas fotografías parecían de hace unos diez años, lo cual nos enfrentó a la violencia del paso del tiempo-. Y tal vez sea mejor la duda de la interpretación a la frialdad de la certeza, para que soñemos con esas palabras que queremos recordar y se conviertan en una visitante desconocida a la que, sin embargo, le abrimos las puertas. Lo importante es que sintieron algo mientras las escuchaban.
¡Cómo no terminar con un texto! ¡Cómo no compartir con ustedes la emoción de un poema en labios de su autora! Sería, por supuesto, una irresponsabilidad y egoísmo máximo de mi parte. Así que aquí va dedicado a todos los del Sabio que asistieron y a los que no también, para que con justa razón se incomoden por lo que se perdieron.
No puede
No puede conmigo
la tristeza
la arrastro hacia la vida
y se evapora.
Claribel Alegría