El día 8 de mayo en medio de un ensayo para el concierto de celebración del décimo aniversario de nuestro colegio, recibimos una noticia que cambiaría radicalmente esa tarde.  Se trataba de una beca completa  para estudiar inglés durante dos bimestres en el British Council, esto se dio gracias al apoyo incondicional de  la  Fundación Monseñor Emilio de Brigard, al Gimnasio Sabio Caldas y al Consulado, ellos cubrieron los gastos de este curso con el fin de fortalecer el  inglés que aprendimos en nuestro inolvidable viaje a Canadá.

No sabíamos mucho acerca del idioma, por el contrario, nos esforzamos por aprender a hablar y así disfrutar al máximo de la  hermosa experiencia que se nos presentaba. “Cuando les conté a mis papás canadienses acerca de la beca, mi papá me dijo que ellos hablaban un inglés bonito y yo, un inglés de condado, es decir horrible, pero que ahora con maestros británicos iba a hablar aquel inglés hermoso” (Paula).

El mantener lo aprendido nos ha resultado difícil, porque aunque nos comuniquemos constantemente con nuestras familias del exterior, la práctica no es igual y el oído pierde aquella afinidad para identificar palabras como antes. Al recibir la visita de profesores británicos a nuestro colegio, aprovechamos cada segundo para “desempolvar” nuestra lengua y hablar lo más que se podía, evidentemente cometíamos errores, pero muy amablemente nos corregían y los pasaban por alto.  Viendo esto, nos alegró mucho saber que estaríamos de nuevo en un ambiente que nos exigía hablar inglés, permitiéndonos corregir y aprender más vocabulario y gramática, cosas que jamás estarán de sobra.

Ya llevamos dos clases en el British Council y nos hemos sentido muy cómodas, estamos en diferentes clases pero son las justas para no estancar aquel aprendizaje que habíamos comenzado en Canadá, hoy en día BETTER se escucha diferente y LITTLE era un pequeño problema fónico ya solucionado.

Queremos dar las gracias, el apoyo que nos han brindado para nuestra formación, nos hace querer cada día más nuestro colegio, nos genera respeto por aquellas pequeñas propuestas que resultan grandes proyectos y hoy en día, ya para despedirnos de nuestra institución, queremos paulatinamente devolver todo lo que hemos aprendido por medio de nuestros compañeros, aquellos que también agradecen ser Gimnasianos.